Chicago PD Temporada 10 Episodio 15 Revisión: Sangre y honor

Richard Beck es un trabajo desagradable.

La mayor parte del episodio 15 de la temporada 10 de la policía de Chicago vio a Ruzek encubierto con los Beck y acercándose a Samantha, con la esperanza de terminar con la operación de metanfetamina de los Beck.

Pero al final de la hora, está muy claro que Ruzek se ha acercado demasiado.

Fue una hora inusual, confusa en partes, con un ritmo extraño que hizo que la hora pareciera como si hubiera pasado muy poco antes de quedarnos con una historia sin terminar que no volveremos a retomar al menos por un mes.

Uno de los mejores aspectos de la hora fue que se centró en Ruzek, a quien le esperaba una entrega céntrica propia que no necesariamente lo tenía demasiado entrelazado con Burgess o donde su relación era el foco principal.

Si bien eso no tiene nada de malo, esta vez necesitábamos algo diferente para Ruzek, y se las arreglaron para hacer que el caso fuera más pesado sin dejar de brindarnos esos grandes momentos de él como padre, amigo y compañero.

El primer partido, con Ruzek y Kevin pasando el rato con Jordan y Makayla, fue uno de los mejores momentos de la hora. Su amistad sigue siendo una de las mejores dinámicas de la serie, y ha pasado un tiempo desde que pasamos tiempo de calidad con ellos fuera del reloj.

Adán: ¿Estás bien?
Callum: Mi mamá no me deja ver a mi abuelo.

A través de su conversación en la pista, nos enteramos de que Burgess sigue fortaleciéndose con su terapia y…

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